Uno de los aspectos positivos de trabajar en casa debido a la pandemia por Coronavirus es que hemos tenido oportunidad de convivir mucho más tiempo con nuestros perrhijos o gathijos, a quienes normalmente vemos solo algunas horas por la mañana y otras por la noche cuando hemos regresado de la oficina.
Por desgracia, no a todos los consentidos del hogar les ha ido bien, seguro has escuchado que durante el confinamiento el abandono de mascotas ha aumentado.
Según el INEGI existen cerca de 23 millones de gatos y perros en todo México, y se estima que el abandono aumentará hasta 30% durante la contingencia que estamos viviendo.
La principal causa es la falta de recursos económicos para su manutención, la otra es la creencia de que las mascotas pueden contagiar a los dueños de COVID-19.
Si conoces a alguien que aún cree esa, compárteles estos datos:
Los veterinarios son los únicos que saben a ciencia cierta si las mascotas son portadoras de COVID-19 y, como especialistas, se han encargado de desmentir esa creencia. Los animales de compañía no representan riesgo de contagio. Los perros y gatos domésticos que han dado positivo ha sido por estar en contacto con humanos infectados.
La Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales ha dicho que no hay evidencia de que el pelo de perros o gatos sea capaz de transferir el patógeno. Además, especialistas de la UNAM han corroborado esa información explicando que las superficies suaves y lisas transmiten el virus de manera más eficiente que las superficies fibrosas y porosas. El pelaje de las mascotas justo es fibroso y poroso, por lo que no propaga la enfermedad.
Si algo tenemos claro a estas alturas es la importancia de la prevención y el rol de las medidas de higiene para lograrlo. Para evitar que un virus se pegue a su pelaje evita salir a pasear con él o ella; en caso de que salgan, háganlo tan rápido como puedan, al volver, limpia su pelo y cojinetes con una toalla húmeda que tenga desinfectante (que no irrite su piel, claro está) o antiséptico.
Tú lávate muy bien las manos con agua y jabón después de limpiar a tu mascota e incluso después de jugar con él o ella o acariciarla (o) a lo largo del día.
Coca es la perrita de Oscar y, en días normales de trabajo, ella suele acostarse a los pies de todos en el equipo, menos de su papá. ¡Todos nos cuidamos para no pisarla! Ahora que ambos están juntos en casa, es raro para Oscar tenerla con él todo el tiempo, un par de veces ha estado a punto de darle un buen pisotón, pero calma Coca… muy pronto regresaremos todos a nuestros escritorios.
Hay que tener paciencia y seguir las instrucciones de los expertos para que cuando volvamos, lo hagamos fortalecidos.
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