Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha confirmado que el salario mínimo en el país se incrementará en un 12% en 2025, continuando con la política de aumentos de doble dígito que ha implementado durante su administración.
Esta medida busca fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores y reducir la brecha de desigualdad, uno de los objetivos clave del gobierno. El impacto positivo para millones de mexicanos es innegable, pero también plantea retos para diversos sectores económicos.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) se verán particularmente afectadas por este aumento, ya que deberán ajustar sus operaciones para absorber los costos adicionales. Mientras que el beneficio para los trabajadores es evidente, las empresas tendrán que encontrar formas de equilibrar sus finanzas y cumplir con la ley sin comprometer su competitividad.
Los expertos han advertido que este incremento salarial, si no se acompaña de apoyos, podría generar efectos inflacionarios en la economía nacional.
Este contexto presenta una oportunidad para que las áreas de Recursos Humanos y Nómina revisen sus estrategias de gestión de personal y retención de talento, asegurando que puedan hacer frente a los nuevos desafíos normativos. Mantenerse informado sobre estos cambios será crucial para evitar sanciones y asegurar una transición exitosa a las nuevas condiciones laborales.
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