Evita informalidades: cada cambio debe pasar por RH y reflejarse legalmente.
¿Cómo ayuda Worky?
En un entorno donde el cumplimiento legal, la retención del talento y la eficiencia operativa son prioridad, Worky se convierte en tu aliado estratégico para dejar atrás las gestiones improvisadas o informales.
Digitaliza y centraliza los contratos laborales
Con Worky, puedes subir, firmar y consultar todos los contratos laborales de manera digital. Esto permite que RH, finanzas y operaciones accedan en segundos a los documentos clave de cada colaborador, evitando ambigüedades sobre lo que sí y no se pactó legalmente.
🔍 ¿Un colaborador dice que su rol cambió sin previo aviso? Puedes revisar el contrato original, validar las funciones acordadas y tomar decisiones objetivas, sin improvisar ni correr riesgos legales.
Descripciones de puesto bien definidas (y actualizadas)
Worky te permite documentar y mantener actualizadas todas las descripciones de puesto, vinculadas directamente con los contratos laborales y los perfiles activos. Esto reduce el desorden interno, facilita auditorías y ayuda a que cada persona tenga claro qué se espera de ella.
Además, puedes revisar si hay brechas entre lo que un puesto exige y lo que realmente está haciendo el colaborador, y tomar acción a tiempo.
Automatización de cambios internos
¿Necesitas cambiar de rol a una persona o reasignar funciones? Con Worky puedes hacerlo de forma estructurada: la plataforma permite gestionar movimientos internos, promociones o cambios contractuales con trazabilidad, validación legal y documentación inmediata. Nada se queda en el aire.
Esto protege a la empresa ante una posible renuncia justificada o una reclamación laboral, porque todo cambio queda registrado y aceptado.
Fortalece la experiencia del colaborador desde el día uno
Cuando un colaborador sabe exactamente qué funciones va a desempeñar, se siente respaldado, valorado y comprometido. Con Worky, puedes estandarizar el proceso de incorporación, entregar contratos digitales firmados, compartir la descripción del rol y dejar clara la ruta de crecimiento.
Una buena primera impresión no solo evita malentendidos: construye confianza y reduce la rotación temprana, un problema que puede costarle millones a las empresas medianas y grandes.