Las llamadas habilidades blandas han demostrado ser esenciales en el periodo de recuperación de las organizaciones tras la pandemia.
Elementos como el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de adaptarse a nuevos ambientes tecnológicos son claves en un entorno cada vez más competitivo y que exige un ajuste en la dinámica laboral diaria.
Los líderes y colaboradores deben fortalecer esas y otras habilidades blandas para así apoyar el crecimiento de las empresas en la actualidad.
Los avances tecnológicos no se detienen. Y las organizaciones no pueden quedarse rezagadas ante los inminentes cambios a los que tendrán que enfrentar si su objetivo es el crecimiento mediante el impulso a la productividad y los ahorros operativos.
Según el informe sobre el futuro de los Empleos del Foro Económico Mundial 2020, hasta el 50% de todos los colaboradores necesitará de algún nivel de readaptación para el año 2025, principalmente debido al significativo avance de la tecnología.
Este estudio tuvo interesantes hallazgos, entre los que destacan:
México no escapa a esta tendencia, y queda en manos de las organizaciones incrementar las habilidades para desempeñar un trabajo.
El diagnóstico es claro: Según la Encuesta Nacional de Egresados 2019, hasta 59% de los egresados de las universidades mexicanas considera que su institución educativa necesita fortalecer la enseñanza de habilidades técnicas como, por ejemplo, el manejo de software especializado.
Las llamadas soft skills, o habilidades blandas, son las que más importancia y valor han adquirido en el mundo de los negocios.
Definidas como los atributos o capacidades que permiten a una persona desempeñarse en su trabajo de una manera efectiva, las habilidades blandas giran en torno al aspecto emocional, a las capacidades interpersonales y cómo se desenvuelve la persona.
De hecho, las habilidades blandas son indispensables para asumir responsabilidades de liderazgo dentro de una organización.
Estos son ejemplos de las cinco soft skills necesarias para empresas en crecimiento:
Los líderes o colaboradores deben tener la capacidad de identificar y reconocer la información relevante. Después separar o discernir las partes de un problema, deben, con un razonamiento lógico e innovación, tomar decisiones que contribuyan a dar solución a un problema.
En mercados competitivos, el aprendizaje constante determina cómo se desempeña una persona en su puesto laboral. Un colaborador joven podrá tener muchas habilidades innatas, pero si no está dispuesto al aprendizaje activo ni a aplicar habilidades de autogestión como la organización, toma de decisiones o cumplir metas, su desempeño día a día no tendrá éxito.
La adaptabilidad a las nuevas tendencias tecnológicas es otra habilidad a desarrollar. La combinación del manejo de tecnologías como la automatización e inteligencia artificial con las habilidades interpersonales son la fórmula recomendada.
Las organizaciones buscan a líderes y colaboradores confiables, disciplinados y motivados. Su tendencia debe ir hacia la cooperación, al establecimiento de sinergias y al trato agradable con los colaboradores.
Desafiar lo tradicional o salir del confort son parte de las competencias blandas de un innovador, aquel líder o colaborador que plantea nuevas ideas y brinda soluciones a problemas no resueltos.
Existen muchos caminos para que se mejoren las aptitudes de una persona en el trabajo. Los más recomendados son el microlearning y la capacitación a distancia.
El primero es una metodología muy usada por las organizaciones en la que la capacitación de los equipos es rápida, mediante información dosificada y transmitida en pequeñas cápsulas de tres a seis minutos, y tiene una efectividad medible de manera inmediata.
Las habilidades interpersonales se fortalecerán con el microaprendizaje que se caracteriza por:
• Facilitar su transmisión, pues se puede hacer a cualquier hora y desde cualquier lugar
• Tener un objetivo único, que es elevar la preparación del personal en todos los niveles
La capacitación a distancia es otro instrumento importante para fortalecer las competencias blandas.
En tiempos del trabajo híbrido, potenciar a los equipos en capacidades interpersonales de manera presencial o remota es una estrategia atinada para sacar el máximo provecho del talento.
Un software de gestión de capital humano como Worky es la solución para que las organizaciones incentiven y profesionalicen a los equipos en habilidades blandas.
El reclutamiento ha cambiado. Las organizaciones dan más peso hoy a las soft skills de los aspirantes, pues serán estas las que podrán potenciarse en beneficio de los equipos, productividad y cumplimiento de metas.
Un estudio de LinkedIn confirma que 57% de los líderes valora más las habilidades blandas que las hard skills, mientras que el 89% de los despidos se producen por las deficiencias en las primeras en el Capital Humano.
La realidad en el mercado laboral es clara: jamás podrán ser automatizadas las aptitudes intrapersonales por ningún tipo de inteligencia artificial.
Hoy por hoy estas habilidades son una pieza clave en las organizaciones que buscan crecer y alcanzar sus metas.
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