¿Qué hacemos con la oficina?

La pandemia por Coronavirus ha causado un gran impacto económico en el sector empresarial y ha orillado a muchos directivos a disminuir tantos costos como sea posible. Varios han visto que reducir el alquiler extendiendo el periodo de trabajo remoto a sus colaboradores es una solución sencilla y menos dolorosa que los despidos. 

En Worky realizamos una encuesta a nuestros clientes y prospectos y encontramos que, de hecho, la mayoría de ellos regresará a sus oficinas hasta enero de 2020, y que las compañías que cuentan con oficinas físicas han comenzado el proceso de negociación de espacios. 

Por un lado, algunas empresas negociaron su renta y obtuvieron descuentos fijos de entre 30 y 70% hasta el mes de diciembre; por otra parte, compañías más radicales —y quizá innovadoras— se han planteado la posibilidad de cambiar definitivamente su forma de trabajo a una que sea por completo remota. 

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¿Adiós definitivo a la oficina física?

Y después de pasar tanto tiempo en cuarentena la pregunta es inevitable: ¿De verdad necesitaremos una oficina cuando haya terminado la pandemia? 

Para responder debemos considerar varios aspectos, el primero implica las obligaciones básicas de la administración de una oficina (limpieza, servicios esenciales, seguridad, renta, costos de administración, comida, etcétera); después están las modificaciones estructurales de los espacios de trabajo en la era post pandemia; así como la implementación de nuevas políticas de higiene y desinfección que aseguren una mayor protección a tus colaboradores. 

En Worky hemos preparado un listado de puntos a considerar antes de decidir cuál es la mejor opción para tu empresa. Toma nota: 

1) Uso efectivo 

Es momento de ser honestos y reconocer cuál es el uso que le darás a ese espacio. ¿Para qué vas a necesitar la oficina después de la pandemia?, ¿la usarás para imprimir documentos o para tener reuniones ocasionales con tu equipo?, ¿realmente es necesario hacerlo de manera presencial? 

2) Cultura de tu empresa

Algunos CEOs están preocupados por el impacto negativo a nivel social que el trabajo remoto podría tener en su equipo, sin embargo, existen alternativas que permitirán cultivar esa relación sin que eso requiera una oficina física. 

Puedes organizar reuniones, salidas o actividades presenciales de manera mensual o tomar ventaja de la tecnología y organizar asiduamente partidas de multijugadores para que todo el equipo pueda poner a prueba su destreza en juegos de mesa, karaoke, trivias y pasen un buen rato de convivencia y diversión.  

3) Costos de adaptación

Haz una comparación de los gastos para mantener en funcionamiento tu oficina y la inversión que se requerirá para adaptarla a la nueva realidad, ¿es un costo mayor, igual o menor al de organizar actividades mensuales con tu equipo (ya sea presenciales o en línea) y rentar una oficina solo los días que de verdad la requieras? 

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Recuerda que en estos momentos tan cambiantes y de incertidumbre, probar alternativas e identificar qué es lo que mejor funciona ahora para ti, tu equipo y tu compañía será la clave para su crecimiento y permanencia en un mundo tan demandante como el de hoy.