¿Despedir costará el triple? Esto propone la nueva reforma laboral

En el Congreso mexicano comenzó a circular una nueva iniciativa legislativa que propone aumentar la indemnización laboral de 20 a 90 días por año trabajado en caso de despido injustificado. Esta medida ha generado inquietudes en el sector empresarial por su impacto económico, legal y operativo.

Hoy en día, el Artículo 50 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) contempla una indemnización de 20 días por cada año de servicios, pero su aplicación está condicionada a supuestos legales muy específicos. No se trata de un derecho automático tras una desvinculación, sino de un concepto que usualmente se activa tras un litigio laboral y resolución favorable al trabajador.

Subir la indemnización a 90 días no sólo multiplicaría los costos laborales, además podría disuadir la creación de nuevos empleos o complicar las decisiones organizacionales en momentos críticos. En un país donde más del 90% de las empresas son micro, pequeñas o medianas, la viabilidad de este tipo de cargas es limitada.

Además, hay que recordar que la indemnización se calcula con el salario diario integrado, que incluye prestaciones y otros conceptos, lo que hace aún más alto el monto final.

¿Es comparable con otros países?

México ya se encuentra entre los países con mayores cargas indemnizatorias en América Latina, y contrasta con modelos como el de Estados Unidos, donde no existen indemnizaciones obligatorias por ley. En el país vecino, los términos de salida laboral suele pactarse entre las partes o no estar normados del todo, lo que les permite una alta flexibilidad laboral.

¿Es probable que esta iniciativa se apruebe?

Desde la perspectiva técnica y financiera, la aprobación de esta reforma enfrenta varios retos. Si bien puede tener resonancia entre ciertos sectores sociales, el impacto en el entorno económico y de empleabilidad podría ser significativo. En el pasado, propuestas similares han quedado detenidas por su falta de viabilidad operativa.

El equilibrio entre trabajadores y empleadores: una necesidad compartida

Es importante recalcar que ninguna empresa gana con trabajadores desmotivados o mal compensados, ni ningún trabajador gana si su empresa está en riesgo de insolvencia. Por ello, cualquier iniciativa legislativa debe construirse con rigor técnico, sensibilidad bilateral y visión de sostenibilidad a largo plazo.

¿Qué pueden hacer las empresas para prepararse ante posibles cambios?

Frente a un entorno laboral cambiante y propuestas como esta, las organizaciones deben apostar por una gestión laboral profesional, digitalizada y conforme a la normativa vigente.

En este contexto, soluciones como Worky pueden marcar la diferencia

Worky, al ser una plataforma integral de gestión de Recursos Humanos y nómina digital, permite a las empresas estar al día con las obligaciones laborales de manera eficiente, precisa y conforme a la ley. 

Ante una reforma que podría triplicar los montos de indemnización por despido injustificado, Worky Nómina no solo ayuda a gestionar estos posibles pagos con precisión, sino que permite simular escenarios laborales, proyectar costos, y automatizar cálculos que hoy muchas empresas siguen haciendo en hojas de cálculo expuestas a errores.

Además, al centralizar la información laboral, contractual y de nómina en un solo lugar, Worky facilita una respuesta rápida ante auditorías, juicios o requerimientos legales. Todo con trazabilidad, transparencia y en cumplimiento con la Ley Federal del Trabajo y sus reformas. Si esta propuesta avanza, las empresas que ya están digitalizadas tendrán una ventaja real. No se trata solo de estar al día: se trata de estar preparados.