La pandemia de COVID 19 ha traído muchos cambios en la gestión de personal. Y el micromanagement ha sido una de esas prácticas que se ha acentuado debido a la necesidad de liderar equipos a distancia, con consecuencias muchas veces negativas sobre la productividad y fluidez de los procesos.
Y es que la falta de control presencial que trajo el Home Office impulsó nuevas formas de microgestionar a los colaboradores cada vez más intrusivas, como aprobaciones exhaustivas de las partes más mínimas de cada proyecto, conocer su ubicación para asegurarse que trabajan desde casa o exigir un seguimiento constante en plataformas como Teams o Slack e incluso Whatsapp.
Sí, también la proliferación de las “juntas o videollamadas que pudieron ser un mail” entra dentro de este esquema del microgestor. Y más allá de un meme, este tipo de actitudes pueden ser muy nocivas para el clima laboral de tu empresa y ocasionar un incremento de la temida rotación de personal.
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El lado oscuro del micromanagement
Si estos escenarios te resultan familiares, es porque es una práctica en crecimiento que genera frustración, no solamente para los colaboradores sino también para los líderes.
Según datos publicados por el PA Times:
☑️ 79% de los colaboradores han experimentado micromanagement alguna vez.
☑️ Siete de cada 10 personas que han sido gestionadas de esta forma han considerado renunciar a sus empleos.
☑️ 85% considera que esta práctica es nociva para la moral personal y del equipo.
Además, de acuerdo con HR Daily Advisor, el micromanagement reduce la innovación dentro de los equipos de trabajo y representa una forma poco productiva de emplear el tiempo de los líderes que podrían dedicarse a aspectos más estratégicos.
Sin duda, estos datos nos permiten ver que el micromanagement evita construir una empresa ágil, productiva y eficiente.
El perfil del micromanager: ¿te reconoces?
Curiosamente, siendo una conducta cada vez más común, pocas personas se identifican a sí mismas como micro gestores. Y es que no hay que satanizarlos: los micromanagers comúnmente son personas talentosas, detallistas y perfeccionistas con gran dominio técnico y cualidades administrativas.
Como suelen ocupar altos cargos en sus organizaciones, los micro gestores buscan la excelencia en cada actividad pero muestran poca confianza en su gente. De ahí el tener constantemente vigiladas las decisiones, comunicaciones, cambios y autorizaciones, independientemente del nivel de importancia de las mismas.
Como podrás ver, el mayor problema que un micromanager tiene es el delegar el trabajo, por desconfianza en su equipo, lo que evita asignar roles y responsabilidades activos e incentivar a crecer a las personas a su cargo, pero también, el darse cuenta de que está micro gestionando y del impacto nocivo que tiene este estilo de liderazgo en la productividad de su empresa.
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